Las enfermedades neurológicas —como esclerosis múltiple, parálisis cerebral o secuelas tras un accidente cerebrovascular— a menudo comprometen la función de los músculos implicados en la respiración. Esto puede derivar en respiración superficial, tos ineficiente, acúmulo de secreciones, infecciones respiratorias y disminución de la capacidad pulmonar.
Tabla de contenidos
ToggleLa fisioterapia respiratoria en enfermedades neurológicas:
Antes de comenzar, es esencial evaluar la fuerza respiratoria, movilidad torácica y capacidad pulmonar. No se recomienda iniciar ejercicios en casos de fiebre, infección activa o inestabilidad cardiovascular.
Cada programa debe adaptarse al paciente: tipo de ejercicio, intensidad, repeticiones, frecuencia y dispositivos (como espirómetros incentivadores o bandas elásticas). La progresión se ajusta de forma progresiva según la respuesta clínica.
Un enfoque personalizado como el que se desarrolla en los programas de fisioterapia neurológica en Málaga en nuestra clínica permite integrar técnicas respiratorias de manera segura y eficaz.
Objetivo: Activar y fortalecer el diafragma.
Técnica: Acostado o semisentado con manos sobre el vientre. Inspirar por nariz, notando la expansión abdominal; espirar lentamente por labios fruncidos.
Frecuencia: 10–15 repeticiones, tres veces al día.
Objetivo: Mejorar la presión espiratoria y el retorno venoso.
Técnica: Inspirar por la nariz y soltar el aire lentamente por labios ligeramente fruncidos.
Repeticiones: 10, dos sesiones diarias.
Objetivo: Fortalecer los músculos espiratorios.
Técnica: Inhalación profunda seguida de una exhalación breve y enérgica, en posición sentada.
Repeticiones: 5–8, una vez al día.
Objetivo: Desarrollar musculatura inspiratoria.
Técnica: Emplear espirómetro incentivador o banda elástica; inspiraciones profundas y lentas.
Repeticiones: 10, dos sesiones diarias.
Objetivo: Aumentar la movilidad costal.
Técnica: El fisioterapeuta sostiene las costillas de forma asimétrica y induce expansión en la inhalación.
Ciclos: 10–20 por sesión, a diario.
Objetivo: Favorecer la eliminación de secreciones.
Técnica: Aplicar percusión o vibración sobre las zonas con retención, mientras el paciente respira profundo o dirige la tos.
Duración: 3–5 minutos por zona.
Objetivo: Colaborar en la expectoración.
Técnica: En pacientes con debilidad abdominal, se realiza presión manual en el epigastrio al momento de toser.
Frecuencia: Según necesidad, especialmente tras técnicas de vibración.
La respiración mejora notablemente cuando se combina con:
Estos enfoques complementarios potencian la ventilación, la circulación y el posicionamiento torácico.
Un programa bien diseñado de fisioterapia respiratoria aporta:
Investigaciones han registrado mejoras en la presión inspiratoria y la fuerza muscular tras 6–8 semanas de aplicación continua.
Abstenerse de continuar los ejercicios y consultar con un fisioterapeuta o médico si aparecen:
Un diagnóstico precoz permite ajustar el programa y prevenir complicaciones.
Integrar la fisioterapia respiratoria en enfermedades neurológicas dentro de un abordaje global permite a los pacientes recuperar capacidad respiratoria, reducir complicaciones y mejorar su calidad de vida. Con la combinación adecuada de ejercicios, seguimiento profesional y educación continua, es posible alcanzar mejoras sustanciales incluso en pacientes con grandes limitaciones físicas.
Por eso, te recomendamos que nos visites, pues en NeuroSumma, estamos comprometidos con el bienestar de nuestros pacientes, ofreciendo un enfoque integral que combina la experiencia clínica con la atención personalizada.
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