La dislexia es un trastorno de origen neurobiológico que dificulta el aprendizaje de la lectura, la escritura y la comprensión lectora. Es una condición de por vida, con un fuerte componente hereditario y no afecta de forma alguna a la inteligencia de la persona.
No todas las personas con dislexia poseen todas estas dificultades ni en el mismo grado, razón por la cual su diagnóstico en ocasiones puede resultar algo complejo.
La dislexia es la dificultad de aprendizaje más común, afecta a un 10% de la población. Esto supone que casi 5 millones de españoles y 700.000 alumnos, estarían padeciendo dislexia sin detectar ni tratar.
Los diagnósticos clínicos los elaboran los psicólogos y logopedas colegiados, que se encargan de evaluar y analizar tanto la dislexías como otros trastornos asociados como la discalculia, la disgrafía o la disortografía
Para una precoz detección de la dislexia, podemos atender a las siguientes señales de alerta divididas en franjas de edades:
– Antes de los 6 años
– Dificultades en el procesamiento y en la conciencia fonológica.
– Dificultades para rimar palabras.
– Escasa habilidad para recordar secuencias y series (días de la semana, series numéricas, etc..)
– Dificultades para mantener el orden secuencial en palabras polisilábicas.
– Dificultades para aprender el nombre de los colores, de las letras.
– Dificultades para orientarse y situarse en el espacio y en el tiempo.
– Descoordinación motriz fina (abrocharse los zapatos, los botones).
– Habla tardía (emisión de frases a los dos años o más).
– Confusión en pronunciación de palabras semejantes.
– Antecedentes familiares de problemas con el lenguaje, trastornos o alteraciones de la lectura y escritura-
– De los 7 a los 11 años
– Dificultades en la memoria de trabajo.
– Baja velocidad lectora.
– Dificultades para adquirir el código alfabético, adquirir la correspondencia fonema – grafema, automatizar la lectura mecánica, recordar el alfabeto.
– Omisiones, sutituciones, inversiones, distorsiones o adiciones de ketras, sílabas o palabras.
– Lectura silabeante, rectificaciones, lectura lenta con vacilaciones, pérdida de la línea.
– Dificultades para resumir un texto después de haberlo leido o decirlo con palabras propias.
– Dificultades en la comprensión lectora debido al sobreesfuerzo patra decodificar los signos.
– Dificultad en la lectura y escritura de lenguas extranjeras.
– A partir de los 12 años.
– Pobre competencia lingüistica en general.
– Dificultades en lectura y pronunciación de palabras desconocidas o pseudo-palabras.
– Comprensión lectora pobre, dificultad para entender y explicar los textos leidos.
– Dificultades para la lectura en voz alta con buena prosodia.
– Dificultades para la expresión escrita. Pobreza de vocabulario, frases inconexas, omisiones o adiciones.
– Dificultades para redactar relatos de composición libre y para hacer composiciones escritas en general.
– Falta de correspondencia entre los malos resultados escolares y el tiempo de dedicación al estudio.
– Incapacidad de hacer inferencias de textos y extraer consecuencias y conclusiones.
Autor: José Carlos Orellana Pérez. -Director y Logopeda de NeuroSumma –
Si detecta estos signos de alerta en su hijo, no dude de ponerse en contacto con el equipo de psicopedagogos y logopedas de NeuroSumma, que les ayudará y orientará en todo momento, llevando a cabo una valoración del caso, planteando una evaluación y diseñando un plan de interveción individualizado adaptado a cada caso particular.
Puede ponerse en contacto con nuestro equipo especializado en evaluación e intervención de dislexia a través de los teléfonos 951 028 685 ó 687 610 116, o bien rellenado nuestro formulario que encontrarás en la pagina web www.neurosumma.com.