La disfonía es un síntoma que se manifiesta como una alteración de la voz que perturba la comunicación. Puede afectar al timbre habitual de la voz, esfuerzo al emitir un sonido, dificultades ara mantener la voz, cansancio al hablar o falta de volumen.
Las disfonías son más frecuentes en mayores de 60 años y en niños, sobre todo por la presencia de nódulos. Los nódulos también predominan en mujeres de 20 a 40 años y tienen mayo prevalencia en los profesionales de la voz (docentes, locutores, oradores, teleoperadores, etc..)
Los factores de riesgo para padecer disfonía son:
Tipos de disfonías:
Disfonías orgánicas: Se produce por una alteración de las cuerdas vocales (nódulos, pólipos, edemas, quistes), en muchos casos de una disfonía funcional que no ha sido tratada. Esta mala vibración de las cuerdas vocales causa periodos de ronquera voz rasposa o entrecortada.
Disfonías funcionales: No se observan malformaciones en la laringe. La dolencia se debe al mal uso vocal. Por ejemplo, habla prologado durante largos periodos de tiempo, mala coordinación fonorrespiratoria, excesivo volumen, carraspeo constante.
Disfonías espasmódicas: la disfonía espasmódica afecta a la musculatura de la laringe, provocando contracciones involuntarias, y como consecuencia, una alteración fonética crónica. Se considera que esta disfonía es de tipo neurológico.
Tratamiento de la disfonía:
La rehabilitación logopédica incluye:
Pautas de higiene vocal
Autor del artículo: José Carlos Orellana Pérez.
Director y Logopeda de NeuroSumma